La luna se asomó a la Puerta del Sol, y observó. Madrid se había convertido en una ciudad de abrigos y bufandas. Compras de último momento, regalos por compromiso. No entendía por qué con tanto frío aquellos habitantes no se acercaban para entrar en calor. Al contrario, desde el cielo podía observarse con claridad el curioso baile de trayectorias y quiebros formados por el intento de llegar a su destino sin rozarse siquiera entre ellos. Y entre tanta gente...
martes, 29 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
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